domingo, 17 de febrero de 2013






jueves 31 de enero de 2013


EL REY CARNAVAL Y LA VIEJA CUARESMA

He aquí que en un pueblo, ni grande ni pequeño, ni feo y bonito, había dos vecinos que se hacían la vida imposible. Si un limpiaba el otro ensuciaba; Cuando uno dormía, el otro cantaba.Y es que aquellos dos vecinos eran las personas más diferentes que haya habido nunca sobre la tierra.

Uno se llamaba Carnaval, y era gordo, torpe y sinvergüenza. En todo momento engullir como un lobo y lo que más le gustaba de este mundo era burlarse de todo y de todos. La otra, la Vieja Cuaresma, era larga y seca como el palo de una escoba. Antipática, reganyosa y vestida como un cuervo, sólo comía migas de pan y nunca salida de su casa.

Un buen día, en Carnaval decidió hacer una mala pasada a aquella vieja xaruga. Cogió cuatro retales de ropa y se disfrazó de Rey. Con un trozo de cartón se hizo una máscara y, bien guarnecido, se fue a visitar la Vieja Cuaresma.

Vieja de la nariz ganchuda,
soy el Rey del desenfreno!
ha llegado la hora de los glotones,
de la juerga, el baile y el arrebato.
Que el mundo quede vuelta!
que la rata atrape el gato! que nadie haga bondad!.

La Vieja Cuaresma, al oírlo, bramó: ¿Quién es éste que osa romper el silencio de mi casa?
Soy Carnaval, el Rey de los pocos-sueltas!. Y dicho esto dio media vuelta y se fue cantando:

Que corra vino a lo bruto y morcilla,
huevos y tocino,
que la juerga es empezada!
y mil tortas de chicharrones hasta que revienten los Panxón!
ya la vieja malcarada
ni media mordida,
ni todos los mendrugos!.


Esa noche, en el pueblo hubo fiesta grande: mesas llenas de morcilla y porrones de vino, platos a rebosar de carne asada y tortas crujientes ... Todos se habían disfrazado y comía y bebía, sin saber quien tenía al lado.

El criado festejaba la dueña, la campesina se burlaba del Señor y bailaban juntos el pobre y el patrón.
La Vieja Cuaresma, desde casa, mascullaba: Rieu y comed como animales, panda de bobos, que el tiempo de las vacas flacas no puede tardar ... y entonces ya veremos quién reirá!.

La fiesta duró días y días. En Carnaval había engullir tanto que la barriga le toca el suelo. De repente, se acordó de la Vieja Cuaresma y decidió ir a hacerle la puñeta.

Vellota, sale de tu madriguera y apúntate al sarao!  - Llamaba Saltando y bailando. Pero ya se sabe que no es bueno saltar con la barriga llena, y menos cuando la barriga es grande como una bota de vino.

Y entonces pasó que la barriga de Carnaval se removió toda y ... hizo un pedo como una bellota:

PATARRABUM!

Al oír aquel trueno, todo el mundo corrió hasta su casa de la Vieja Cuaresma, pero sólo vieron un nubarrón de humo y puñados de ceniza por tierra; de Carnaval no había quedado ni el espinazo.

En Carnaval ha estallado como un cerdo inflado! - Llamaba la vieja por la ventana - ¿Y qué os ha dejado? Yo os lo diré: la despensa vacío y el espíritu turbio. Soy la única que todavía tiene comida. Ahora es el turno de la Vieja Cuaresma!. Algunos hombres y mujeres se dieron cuenta de que era verdad, que no les quedaba nada para matar el hambre y el tiempo de la cosecha todavía estaba lejos, y escucharse la Vella.

Si quieres que te dé parte de mi comida,
deberá actuar como yo diga.
Se acabó la fiesta!,
todos a casa!,
fuera las máscaras!
basta de juegos y frases.
A partir de ahora os prohíbo que riáis.
Durante tantas semanas como piernas tengo!

Los lugareños pensaron que dos semanas era poco tiempo y, en definitiva, aceptaron el trato.Entonces la Vieja Cuaresma, abrió la puerta y enseñó una pierna y luego la otra, pero detrás en vino otra y aún otra y tres más. Aquella vieja tenía siete piernas!.

Y así fue como los habitantes de aquel pueblo pasaron cuarenta días sin rechistar, no reír, ni bailar.


Cada miércoles, la vieja les daba un trozo de arenque y medio corteza de pan. Y tanto silencio había que incluso debería sentido los dientes de la Vieja Cuaresma royendo: Creo, creo, creo.

En la semana que hacía siete, llegó al pueblo una muchacha vestida con mil colores. Llevaba un cesto lleno de frutas y brillaba como un rayo de sol. Se llamaba Primavera, ya su paso crecían las flores.


Cuando la Vieja Cuaresma la vio pasar, se deslumbró tanto que, como un trozo de hielo, se derritió allí mismo.

Y así termina la historia de dos vecinos judía,
que uno por masa y el otro por poco
dejaron un pueblo sin ánimo:
El Rey Carnestoltes y la Vieja Cuaresma


La figura del Rey Carnestoltes
El Rey Carnaval, el Rey de la Fiesta o el Rey del Carnaval es un personaje ficticio que cada año hace su aparición estelar en las fiestas de Carnaval, y se convierte en el eje, centro y máximo representante de estas fiestas . Se trata de un personaje bebedor, grotesco y un poco alocado. Durante el Carnaval es cuando se hace la lectura de su esperado pregón.

Un pregón con el que se inaugura la celebración y donde se habla sin pudores y con un tono humorístico y satírico de políticos y figuras de la escena pública y autoridades que quizás no han hecho muy bien su trabajo durante ese año. Un discurso satírico, en ocasiones subido de tono y con fuerzas collejas hacia los que están por encima del resto.

Este pregón también es el que marcará las consignas de la Fiesta de Carnaval de ese año en concreto, el Carnaval da permiso para pasarlo bien sin limitaciones: es el momento de bailar y desfilar disfrazado. Este ambiente de desenfreno sólo durará hasta el miércoles, ya que la gente se da cuenta que tan desorden no es bueno. Por ello, el miércoles se hace el entierro de la sardina, que dará paso al inicio de la época de Cuaresma.

Y será el mismo día que el Rey Carnaval será juzgado en un juicio público, se le declara culpable de todo y es condenado a muerte. Después de leer su testamento le quema en público. Y es a partir de la medianoche de ese mismo día que se acaba el Carnaval y comienza la Cuaresma.

La figura de la Vieja Cuaresma
La Vieja Cuaresma es la representación de la época de Cuaresma, época que comienza al día siguiente del Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Pascua, se trata del período de cuarenta días del calendario litúrgico cristiano, en el que se preparan para la Semana Santa.

Representa un período de reflexión y penitencia para prepararse para la celebración pascual. Durante este periodo se practicaba el ayuno y la abstinencia.
"Cuaresma" deriva del latín quadragesima, o el "cuadragésimo" día antes de Pascua.

La Vieja Cuaresma se representa en la forma de una vieja arrugada y xaruga con siete piernas, una por cada semana de Cuaresma. Va vestida como una vieja del siglo XIX, con delantal, pañuelo en la cabeza, normalmente ropas oscuras y lleva un bacalao en una mano, y un cesto lleno de verduras y arenques al otro.

Aunque a veces había llevado, un bacalao en cada mano, o un bacalao en una mano y en la otra una parrilla. Sea como sea, todo es símbolo de las prohibiciones de la época de Cuaresma en que no se podía comer carne. Y era una manera de mentalizar a los niños de que durante aquellas semanas habían de comer pescado y verdura.
Durante los días que dura el Carnaval, la Vieja Cuaresma y el Rey Carnestoltes mantienen una lucha encarnizada donde se acaba imponiendo el orden, la clama, la austeridad y el ayuno de la Vieja Cuaresma por encima de la fiesta loca y el desorden impuesto por el Rey Carnestoltes durante una semana.
Según dice la tradición, las comidas abundantes eran sustituidos por sopas de aceite, verdura y agua, y sólo se podía comer bacalao los domingos.

Pero la Vieja Cuaresma no es sólo un personaje típico de nuestra región, y es que también recibe nombres diferentes a otros lugares. En Baleares es conocida como "Sa Jaia Corema" o "avería Corema", una vieja mallorquina que colgaban en la cocina de las casas y que evidentemente, cada semana se le cortaba una pierna. En Barcelona, ​​aparte de Cuaresma era conocida como la "bacaladeros", en Pla del Bages "la sarracena", y al Roselló "La Patorra".

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